El Juzgado de Primera Instancia nº 72 de Madrid ha resuelto indemnizar a un paciente que sufrió un ictus días después de acudir al Hospital y recibir el alta con el diagnóstico de cefalea, sin consultar con ningún neurólogo.

Había presentado los días previos cefaleas que no remitieron con analgesia y un episodio de dificultades en el habla (disartria), por lo que su Médico de Atención Primaria consideró prudente una revisión por especialista, que desgraciadamente fue descartada en el propio Hospital. Tampoco se hicieron pruebas diagnósticas de ningún tipo (TAC, analíticas, etc).

Días después de la asistencia facultativa el paciente sufrió un ictus que necesitó de diferentes intervenciones quirúrgicas que no pudieron evitar la existencia de graves secuelas y daños.

La negligencia médica se defendió por nuestro Despacho con peritajes de médicos especialistas, mientras que la parte contraria sostuvo que la hemorragia ocurrida tenía una enorme gravedad aunque toda la atención hubiera sido correcta, así como la posibilidad de que el ictus no tuviera relación con el cuadro clínico de días anteriores. Claramente, la cuantía indemnizatoria acordada vino a dar la razón a nuestros argumentos médico-legales, puesto que el nexo causal y la penuria de medios humanos y materiales en este caso ofrecía pocas dudas.