Lex Abogacía, tras el inicio del proceso judicial correspondiente, ha obtenido para su cliente 20.000 Euros de indemnización tras el fracaso de una cirugía que no logró los objetivos propuestos y que no mejoró la deficiencia visual de la paciente, causando un daño adicional.

Aunque se considere que lo ocurrido es una situación que puede darse incluso no existiendo en sentido estricto una negligencia médica y, como era el caso, la paciente había firmado el documento de consentimiento informado, la cuantía obtenida viene a reconocer que ese tipo de intervenciones se asemejan más a una obligación de resultado (no obtenido en este caso) que a una mera obligación de medios, en la que al médico sólo le resulta exigible poner los medios adecuados pero no puede garantizar la curación de las lesiones previas.