La Sección Octava del TSJ de Madrid ha condenado al Servicio Madrileño de Salud (SERMAS) porque no se diagnosticó con prontitud la perforación intestinal originada en el curso de una histeroscopia, habiendo aparecido una infección generalizada que obligó a reintervenir a la paciente, permaneciendo hospitalizada varios meses y con secuelas permanentes, indemnizándose con 12.000 Euros.